CEO de la empresa cordobesa 3DBiotech
La empresa biotecnológica cordobesa 3DBiotech, centrada en el sector biomédico desde hace más de diez años y especializada en la implantación de sistemas digitales en 3D para los sectores protésico-dental, clínico y hospitalario, además de fabricante y distribuidora de impresoras 3D para este sector entre otras líneas de negocio, ha decidido utilizar las 6 impresoras que tiene en su sede situada en el polígono de La Torrecilla para realizar mascarillas, viseras y material para respiradores con un claro y único objetivo: «ayudar, poniendo a disposición los recursos de los que disponemos». Así lo explica el fundador y CEO de esta firma, Francisco Conde, que emplea a unas 30 personas.
–¿Qué materiales están fabricando con sus impresoras 3D y a quiénes los envían?
-Hasta la fecha, hemos realizado unas 200 mascarillas, material para 300 respiradores y unas 50 viseras. Tras la declaración del estado de alarma, vimos cómo podíamos ayudar y, por turnos, comenzamos a fabricar estos elementos. Empezamos a enviar mascarillas al hospital Reina Sofía, y posteriormente, a través de las redes sociales, también nos han demandado material desde diversos puntos. Así, también hemos distribuido a través de la empresa de transporte logístico con la que trabajamos a centros de salud de Castro del Río, Pozoblanco, al hospital de Montilla e incluso a la Guardia Civil de Alicante y Madrid. El único problema es que el proceso de producción de estas impresoras es lento, pero hacemos lo que podemos.
–¿Qué material utilizan?
-Utilizamos PLA (ácido poliláctico), un plástico antibacteriano que teníamos en stock, y resina quirúrgica, material que también nosotros solemos comprar y distribuir a nuestros clientes.
–Además de la fabricación en estos momentos de estos elementos de protección, ¿qué pueden aportar las impresoras 3D al ámbito de la biomedicina?
-Por ejemplo, poco antes de decretarse el actual confinamiento, presentamos una impresora 3D de tejido humano para la que también hemos desarrollado un hidrogel en colaboración con la Universidad de Córdoba (UCO). Estas impresoras, con la utilización de hidrogeles que se dopan con células madre del propio paciente, permiten generar tejido humano, que puede ser implantado en los propios pacientes. Además, con las impresoras 3D podemos imprimir biomodelos, copias exactas de los casos clínicos, del órgano correspondiente y de la lesión, elaboradas además con materiales que se asemejan al tacto real de los tejidos, para que los médicos puedan planificar sus cirugías.
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